Pedro Robledo
 
Si los organizadores dan atención objetiva a la hora de repasar sus contenidos y, en el mismo sentido, si consideran las opiniones que se fueron conociendo durante el evento, esta edición del festival quedará en la historia.
 
Para este cronista, que cubrió 30 ediciones, no fue una edición más. Es la primera vez en su reciente historia que Cosquín genera debates y opiniones diferentes no sólo de artistas y periodistas, sino también las vertidas desde el seno de la misma Comisión.
 
Si bien los encontronazos que llegaron a la violencia física durante la semana no fueron altamente relevantes, son un llamado de atención para tomar cartas en el asunto y realizar previsiones para no contagiar y alimentar la crispación general.
 
En cuanto a los resultados artísticos, hubo tono dispar: hubo propuestas novedosas que no trascendieron por el inconveniente de los horarios asignados y  algunos de los artistas consagrados se preocuparon demasiado por introducirse en las polémicas y descuidaron sus desempeños en el escenario.