"Los militares han desarrollado excelentes tecnologías para frenar las hemorragias, pero esas tecnologías sólo han sido efectivas en heridas externas. (Las plaquetas artificiales) podrían ayudar a complementar esas terapias", dijo Erin Lavik, profesora de ingeniería biomédica de Case Western Reserve.
Las plaquetas son la base estructural y química de la coagulación sanguínea que entra en funcionamiento en cortes y rasguños, pero no funcionan cuando una herida es grave y profunda.
Por otra parte, las plaquetas donadas refuerzan el proceso de coagulación, pero su uso puede causar complicaciones graves. Además, deben mantenerse refrigeradas y tienen una corta vida útil.
Lavik y el también ingeniero biomédico, James Bertram, eludieron el problema al crear unas plaquetas a partir de polímeros bíodegradables que se unen a las plaquetas naturales para cerrar el sitio de la herida.
Para determinar el efecto de las plaquetas sintéticas los científicos las inyectaron en ratones y determinaron el tiempo que tardó la coagulación y el fin de las hemorragias.
Los resultados determinaron que fueron detenidas en un 23 % menos de tiempo que en los roedores no tratados, indicó el informe sobre el estudio.
Además, los científicos añadieron que las plaquetas artificiales fueron un 25 % más rápidas en heridas tratadas con un llamado factor VII que es hasta ahora el tratamiento más rápido para el control de hemorragias en quirófanos y salas de emergencia.
Fuente: EFE