"Si alguien sabe algo, si vieron lo ocurrido, le pido por favor que den la información para aportar a la causa", dijo Ernesto Nuñez, el padre de Gabriela –la chica de 16 años asesinada este martes en la zona oeste de Rosario–con una voz quebrada que buscaba aunque sea un poco de fortaleza en el camino judicial para poder sublimar su tristeza y no terminar en llanto. "Aunque ya hay un detenido y muchas pistas que lo incriminan todo lo que los testigos puedan agregar sirve", abundó. El caso se perfila para la policía como un crimen pasional –aunque a veces ese término no hace más que invisibilizar la violencia de género que el entorno más íntimo de la víctima no desconoce del todo– y el detenido es un muchaho que frecuentaba a la joven. Según la familia de la chica, el joven "tenía un perfil obsesivo y agresivo". El archivo de las conversaciones a través del chat entre Gabriela y una amiga revelan que el supuesto agresor la quiso ahorcar en la esquina de su casa un día antes del crimen.
Crimen de Gabriela: el detenido la habría querido ahorcar un día antes
Según contó su padre en declaraciones a Radio 2 la familia aportará a la causa un CD con las conversaciones de la chica con una amiga a través del chat. "Le contaba que este muchacho la había agarrado del cuello en la esquina de casa", relató el hombre. Y agregó: "Tíene un perfil obsesivo y agresivo y siempre quisimos alejarlo de nuestra hija"
Gabriela Liliana Núñez tenía 16 años. Este martes fue asesinada de un balazo que le ingresó por uno de sus oídos y le quitó la vida al instante. Sucedió en inmediaciones de San Juan Sucre, en pleno corazón de zona oeste, a la salida de sus clases de inglés. A pesar de no existir pruebas fehacientes, las hipótesis en la investigación policial apuntan al novio de la chica, un joven mayor de edad que fue detenido a las pocas horas.
El cuerpo de la víctima fue encontrado por un grupo de vecinos que se acercó al lugar cuando escucharon el disparo. Minutos después, llegó el padre de Gabriela, que hacía un rato había salido a bordo del auto a buscarla desesperadamente casi como si un instinto le marcara que algo andaba mal. El hombre debió reconocer el cuerpo, tendido en plena calle.
El principal sospechoso es un joven de 23 años. "Esta persona era obsesiva, tratábamos de alejarlo de mi hija, no eran novios, él tenía otra novia pero perseguía a mi hija, la buscaba al colegio, al principio cuando lo conocimos nos pareció un buen muchacho hasta que empezamos a ver que tenia una tendencia agresiva", relató el padre de Gabriela que vive con su mujer y su otra hija de 7 años.
Aunque pidió encarecidamente que aquellos que hayan visto u oído algo aporten datos a la causa, el hombre descarta de plano que se haya tratado de un robo y abona la teoría de que el hecho tiene que ver con algo de orden pasional y que tuvo como protagonista al muchacho que hoy está detenido. "Ella tenía su teléfono celular, su bolsito, todo, si le quisieron robar no tendría todas sus cosas", dijo el padre y agregó: "Antes, le mandó un mensaje a una amiga diciendo ´Andrés me quiere matar´".
Como la chica se demoraba en llegar a su casa y a esa hora ya debería haber salido de su clase de inglés, el padre empezó a llamar a las amigas y ahí se enteró lo del mensaje de texto. "Recién llegaba de Buenos Aires; como Gaby no había llegado, me subí al auto y me fui a buscarla. En el instituto me dijeron que ya se había ido y cuando di un par de vueltas me encontré con el cuadro de vecinos y mi chiquita muerta", contó mientras un puñado de lágrimas se le anudaba en la voz.
En tanto, el padre de la chica quiere que se esclarezca el hecho aunque sabe que todo cambió para siempre y que nadie le devolverá la vida de su hija. Por eso, también suma pistas. "Nosotros tenemos un CD del Messenger del dia anterior, en el que mi hija le había dicho a una amiga que en la esquina de la casa este muchacho la había agarrado del cuello y la había querido ahorcar", contó el padre. En este sentido, Ernesto reconoció que la chica le ocultaba este tipo de hechos para preservarlo ya que el muchacho que la acosaba era corpulento y temía que le hiciera daño a su padre.
El material grabado en el CD llegará al despacho del tribunal correccional número 2 a cargo de la jueza Alejandra Rodenas que entiende en la causa.
"A mi chiquita no la tengo más. Hace 18 años que vivimos en Rosario y decíamos que ella nos dio la carta de ciudadania porque nació acá y amaba esta ciudad. Cada ladrillito que pusimos fue en nombre de nuestros hijos, a mi chiquita no la tengo más y me sacaron a mis ojitos verdes para toda la vida", dijo el hombre a punto de llorar.