"Si alguien sabe algo, si vieron lo ocurrido, le pido por favor que den la información para aportar a la causa", dijo Ernesto Nuñez, el padre de Gabriela –la chica de 16 años asesinada este martes en la zona oeste de Rosario–con una voz quebrada que buscaba aunque sea un poco de fortaleza en el camino judicial para poder sublimar su tristeza y no terminar en llanto. "Aunque ya hay un detenido y muchas pistas que lo incriminan todo lo que los testigos puedan agregar sirve", abundó. El caso se perfila para la policía como un crimen pasional –aunque a veces ese término no hace más que invisibilizar la violencia de género que el entorno más íntimo de la víctima no desconoce del todo– y el detenido es un muchaho que frecuentaba a la joven. Según la familia de la chica, el joven "tenía un perfil obsesivo y agresivo". El archivo de las conversaciones a través del chat entre Gabriela y una amiga revelan que el supuesto agresor la quiso ahorcar en la esquina de su casa un día antes del crimen.