En un nuevo informe de Periodismo para Todos (PPT), el programa que emite El Tres los domingos por la noche, revelaron cómo personas allegadas a la ex presidenta Cristina Fernández movieron millones de dólares en bancos extranjeros. Sería la segunda parte de aquel primer informe de 2013, denominado la “ruta del dinero K” que denunció corrupción durante el kirchnerismo. Según la última investigación, presentada ayer, se sospecha que 123 corporaciones constituidas Estados Unidos se habrían utilizado para lavar esa plata. Estimaban, unos 500 millones de dólares.

“Cristileaks”, así llamó el periodista Jorge Lanata al nuevo informe que presentó su equipo este domingo. Dijeron que la investigación se basó en unas 3.500 páginas de documentos judiciales de los Estados Unidos.

Todos los datos habrían llegado a partir de 2013 a la ex procuradora kirchnerista del Tesoro, Angelina Abbona, a su segundo Horacio Diez y a Federico Thea, uno de los asesores principales que tuvo Axel Kicillof como ministro de Economía. En correos electrónicos entre el estudio de abogados de la Argentina en Nueva York –que intervenían en la causa de los fondos buitres por la deuda en default–, Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, se alertaba de todas las alternativas del reclamo de los holdouts.

Ese bufete tuvo en sus manos información sobre Lázaro Báez, y la entregó al Estado. Abbona fue señalada y acusada ante la Justicia por, supuestamente, haber ocultado documentación estatal. Según PPT, Cristina le habría pedido destruir los documentos.

En el programa se mostraron listados y documentos que dan prueba de la ruta del dinero y también de los nombres de las personas beneficiarias tanto de las sociedades como de la titularidad de las cuentas. Entre los nombres investigados por la Justicia estadounidense figuran el valijero Leonardo Fariña; Lázaro Báez, su abogado Jorge Chueco y su hijo Martín Báez.

La firma Aldyne –una offshore con domicilio en Seychelles– es un punto clave en esta investigación. Se sospecha que 123 corporaciones constituidas en Nevada (Estados Unidos) y controladas por Aldyne Ltd. se habrían utilizado para lavar dinero durante el kirchnerismo.