“Es necesario, no por una cuestión de fuerza o de orgullo, sino de responsabilidad institucional de una presidenta, no negociar sin que hayan levantado las medidas de fuerza que extorsionan a la población”, planteó Cristina Fernández de Kirchner en el discurso que ofreció este jueves en el marco de un acto que agrupaciones pro gobierno realizaron en Parque Norte.
Cristina: “Les pido que levanten el paro para entonces sí dialogar"
En un extenso discurso en el que volvió a defender las retenciones, la presidenta aseguró que "dialogar con una pistola en la cabeza es muy difícil". Deslizó que los cacerolazos del martes no habrían sido espontáneos. Hubo palos para dirigentes del sector, políticos opositores y periodistas
“Quiero convocar a todos los argentinos al diálogo, especialmente al sector que corta caminos y no ha levantado medida de fuerza. Les pido humildemente, como presidenta, que levanten el paro para entonces sí dialogar”, señaló. “Dialogar con una pistola en la cabeza es muy difícil, sobre todo en democracia”, se quejó.
Más temprano, representantes de las cuatro principales entidades agropecuarias (Sociedad Rural, Confederaciones Rurales Argentinas, Federación Agraria y Coninagro) emitieron un comunicado en el que pedían al gobierno nacional que planteara una mesa de diálogo para entonces analizar la posibilidad de una tregua al conflicto agropecuario, que ya cumple dos semanas. Las entidades agropecuarias aseguraron estar dispuestas "a conciliar posiciones para evitar mayores penurias a quienes se están viendo afectados por las medidas”. Plantearon: "Si esa mesa de concertación cumple con las expectativas, se suspenden todas las medidas de fuerza”.
Pero Cristina no cedió y pidió lo opuesto: que primero el campo suspenda el paro para entonces debatir. “En dos oportunidades llamamos a dirigentes del campo y no vinieron a dialogar”, subrayó la primera mandataria, quien aseguró que el jefe de Gabinete Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Lousteau, ambos presentes en el acto, eran testigos de esa situación.
“Este gobierno popular siempre va a contemplar los intereses de los pequeños productores, que no le quepa duda a nadie”, sostuvo. Pero denunció que, en el marco del actual conflicto, “detrás de los pequeños productores se esconden los grandes pooles de siembra que son los que dicen que el Estado se lleva toda la ganancia”. De hecho, en su discurso deslizó que los cacerolazos del martes no fueron espontáneos.
Sobre el conflicto, la presidenta aseguró: “No es una cuestión entre campo e industria” y también descartó que fuera “una cuestión de peronismo y antiperonismo”. Sostuvo que el problema es "entre el gobierno y un sector económico", aunque "muchos quieren politizar el conflicto".
En el marco de su extenso discurso, en el que hubo lugar para pegarle a dirigentes ruralistas, periodistas y políticos opositores, Cristina defendió nuevamente las retenciones. “Es una medida absolutamente racional”, insistió y recordó que “no empezaron con este gobierno”. Explicó que fue una “decisión estratégica” rebajar trigo y maíz pero aumentar la soja, porque el objetivo es “que no se sojize el campo”.
“Necesitamos más productores de trigo, de maíz, de leche, de carne. No solo por una cuestión de diversidad sino porque hace a la calidad de vida de argentinos, para que los precios internos de la carne, el pollo, la leche y el pan no valgan a precio internacional”, agregó.