Cristina pidió "cordura y responsabilidad" a los productores en medio de la negociación con el gobierno y en ese sentido señaló que “los argentinos no deben ser rehenes de nadie".
Además, lamentó que el sector lácteo siga con sus reclamos, pese al acuerdo firmado el 28 de diciembre, por el cual reciben 2.770 dólares por corte de leche contra los 1.650 que percibían.
La presidenta también hizo referencia a las declaraciones del productor rural Alfredo De Angeli, lo que provocó una investigación judicial por "incitación a la violencia" y "acopio de armas", y dijo notar “un sesgo antidemocrático" tras que el dirigente confesara portar armas en el piquete durante el paro ante una posible arremetida de los camioneros de Hugo Moyano.
La jefa del Estado sostuvo que esas palabras son una "intimidación y una amenaza" y se preguntó: "¿De quién se tenían que defender? Es muy difícil negociar así", finalizó.