Los mandatarios se encontrarán a las 11 en la sede gubernamental brasileña de Planalto y allí, según anticiparon los ministros Julio De Vido (Planificación Federal) y Jorge Taiana (Relaciones Exteriores), se avanzará en la concreción del proyecto de la represa de Garabí, prevista sobre las márgenes del río Uruguay, en el límite entre las provincias argentinas de Corrientes y Misiones.
"Estamos teniendo charlas sobre Garabí, y vamos a incluir en las conversaciones de mañana el tema de la construcción de la represa, ya que está la intención de acortar lo máximo posible el tema la ingeniería conceptual, de factibilidad y de elaboración de los pliegos", sostuvo De Vido.
El titular de la cartera de Planificación señaló que "habíamos arrancado con un plazo de 50 meses, después se bajó a 30 y ahora estamos para cerrar en 24 meses, mañana se va a tocar ese tema y esto es algo muy importante teniendo en cuenta que 24 meses en una obra de esta envergadura, es poco tiempo".
También se anunciará tras la reunión bilateral, la firma del acuerdo que permitirá reemplazar al dólar norteamericano como moneda de intercambio comercial, por el peso argentino y el real. "Mañana se va a firmar el acuerdo, es algo que ya está definido porque en realidad el acuerdo significa que ya están terminadas las cuestiones técnicas entre los bancos para ponerlo en marcha", explicó al respecto el canciller Jorge Taiana.
Otro de los temas a tratar en el encuentro entre Cristina y Lula, será la probable radicación de la fábrica de aviones Embraer en Argentina y además la compra por parte de Aerolíneas Argentinas, de equipos a la empresa brasilera.
"Estamos viendo las mejores posibilidades para la instalación de Embraer en la Argentina, algo de lo que habrá de ocuparse el Ministerio de Defensa", destacó el ministro De Vido, agregando que como la intención de Embraer es "radicarse" en Argentina, "el Area Material Córdoba es una posibilidad muy importante" para concretar ese objetivo.
Ésta es la segunda visita de Cristina a Brasil como presidenta, la primera en carácter oficial "de Estado". Anteriormente había viajado en dos oportunidades, una acompañando al entonces presidente Néstor Kirchner y luego como presidenta electa, antes de asumir, respondiendo a una invitación de Lula.