Cristina Kirchner lo paró en seco al gobernador Hermes Binner. “La coparticipación de 2002 apenas superaba los 800 millones de pesos, nunca podía perforar el techo de los mil millones. Hoy vengo a decirles que el año pasado logamos el récord de coparticipación con más de 4.600 millones de pesos de transferencia automática para Santa Fe. Que sumados a otras transferencias automáticas llegan a 6.100 millones de pesos”.
El párrafo del discurso de la presidenta estaba directamente destinado al gobernador, que en los últimnos días hizo saber que le iba a reclamar una deuda de 4 mil millones de dólares a la Nación y que si en 30 días no hay una respuesta realizará una presentación en la Corte Suprema.
Cristina fue la principal oradora durante el acto que se realizó en villa Corrientes, también conocida como La Lata, donde bajo un sol y un calor del que, como buena pingüina, se quejó, se entregaron títulos de propiedad a beneficiarios del Plan Hábitat.
La jefa del Estado estuvo en el palco junto con Binner, el intendente Miguel Lifschitz, los ministros del Interior, Florencio Randazzo, y de Infraestructura, Julio De Vido, y el diputado nacional Agustín Rossi.
Rossi fue uno de los pocos dirigentes de peso del PJ presentes, algo previsible luego de la salida de Carlos Reutemann y Jorge Obeid de los bloques legislativos del oficialismo. Por eso, en las primeras filas, eran muchos más los socialistas funcionarios de la provincia de la Municipalidad y la provincia que los peronistas. Aunque más atrás, donde ya no estaban las sillas de los invitados especiales, la cosa cambiaba. Tanto que Binner fue víctima de algunos silbidos antes de comenzar a hablar.
Acaso eso haya desalentado al gobernador, que habló poco y nada. Le dio la bienvenida a la presidenta y sus ministros, y también a los rosarinos “que no están de acuerdo en algunas cosas”. Luego celebró el aporte de la Nación al plan Hábitat e invitó públicamente a Cristina para los actos del 20 de junio en el Monumento a la Bandera.
Antes, más locuaz estuvo Lifschitz, que celebró que gracias al plan Hábitat “más de 800 familias de la histórica villa Corrientes o la Lata hayan podido acceder a techo digno”.
El intendente resaltó que sin el apoyo de la Nación el plan Hábitat, que según él benefició a 5.600 familias, no se hubiese podido llevar adelante y celebró el compromiso del gobierno para la segunda etapa del plan.
Cristina, en tanto, hizo una encendida defensa de su gestión y de la de su marido y arrancó, sin medias tintas, con la factura para Binner por el tema coparticipación. En ese sentido, dijo que los 6.100 millones de pesos girados a Santa Fe el año pasado representan más de la mitad del presupuesto provincial 2008.
La presidenta dijo que este reparto de los fondos es posible gracias al actual modelo económico, al que instó a defender, y pareció deslizar un palo a los sectores que, como los chacareros, resisten en pago de ciertos tributos. “Nunca creí en las sociedades duales en donde un puñado de poderosos goza de todos los beneficios y se queda con toda la renta. Creo profundamente en la redistribución del ingreso, creo profundamente que es necesario articular entre el capital y el trabajo”, afirmó.
Cristina dijo sentirse orgulosa de su “coherencia y coinvicción” y aseguró que la “redistribución no sólo es en los social sino también en lo geográfico”.
Antes del acto en Villa Corrientes, la jefa del Estado, en su primera visita en carácter de tal que realiza a Rosario, hizo una fugaz recorrida, de no más de siete minutos, por las obras de rehabilitación de los muelles del parque España que financia la Nación.
Allí escuchó algunos “vamos Cristina” de los obreros, con quienes se sacó fotos. En La Lata también vio carteles de apoyo e incluso de mostró emocionada por algunos de ellos, como uno que decía “Cristina, sos la mejor”.
Antes de partir de regreso a Buenos Aires, la presidenta compartió un almuerzo con empresarios rosarinos en Televisión Litoral SA, donde la recibió Alberto Gollan.