El equipo de Ricardo Caruso Lombardi fue superior en casi todo el encuentro y casi no sufrió sobresaltos, y redondeó así un muy buen triunfo que sirve además para borrar la amargura que había dejado la injusta derrota ante Vélez en la fecha anterior.
Los locales fueron una tromba de entrada y ya a los 7 minutos lograron ponerse arriba en el marcador, con una pelota que llovió en el área, cabeceó Alejandro Da Silva en colaboración con el arquero Catriel Orcellet y marcó el 1-0.
Al rato, el mismo delantero paraguayo fue el encargado de enviar el centro, pero el que pudo conectar el frentazo fue Nicolás Cabrera, que la mandó por arriba del travesaño cuando parecía más fácil enviarla a la red.
Hasta Nicolás Spolli se animó a ir al ataque, y tuvo su chance de marcar en una arremetida en el área rival. Es que la Lepra ganaba cómodo y no sufría atrás, pero comenzaba a costarle aumentar la diferencia en goles.
Fueron muy dinámicos esos primeros 20 minutos pero después casi nada pasó hasta los cinco finales del primer tiempo. Con Juan Ferreyra en cancha por el lesionado Santiago Salcedo, el local volvió a despertar y a los 40 llegó un cabezazo de Germán Ré que dio en el palo. Tras el rebote, la pelota quedó boyando en el área pero nadie pudo empujarla al gol.
Pero el tanto de la tranquilidad llegó a los 44, tras una gran corrida con pelota dominada de Da Silva, que habilitó bien con un centro atrás a Ferreyra y éste puso el 2-0 antes del descanso, para el delirio de todo el estadio.
Y el Coloso volvió a explotar al comienzo del complemento, otra vez por Da Silva. El paraguayo, que se ganó el puesto en la semana cuando era Damián Steinert el que iba a salir entre los once iniciales –pero éste se lesionó–, recibió al minuto un centro de Cabrera y de palomita puso el 3-0 que parecía liquidar el pleito.
Entonces la Lepra se relajó, y para su suerte los de Gustavo Alfaro no mostraban reacción alguna. No pasó más nada hasta que recién a los 23, Da Silva confirmó que era la figura de la cancha y estrelló un disparo en el travesaño.
Y diez minutos después llegó una inocente falta en el área de Newell’s que el árbitro Javier Collado cobró y acto seguido José Luis Calderón cambió por gol.
Ese descuento no debería haber llevado susto al Rojinegro, pero una entrada de Carlos Castiglione al rato obligó a Justo Villar a evitar el segundo de la visita, tapando bien abajo. El arquero estuvo atento en la única jugada del partido en la que debió intervenir –además del penal– y mantuvo la ventaja para su equipo.
Alertados, los de Caruso despertaron y controlaron la pelota bien hasta el final, instancia en la que incluso pudieron darle forma del goleada a la victoria, cuando Ferreyra, de cabeza, volvió a anotarse en la red.
De esta forma, la Lepra suma 10 puntos en el Clausura –sólo tres menos que los líderes– y mantiene a seis equipos debajo suyo en la tabla de promedios que determina los descensos de categoría.
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