La encuesta determinó también que 1 de cada 2 hombres argentinos se cuida la piel habitualmente. Para Valentín González, director de Productos de Lujo de la marca Biotherm Homme, que realizó la encuesta, el hombre actual es más abierto, admite el uso de productos cosméticos, no cree que por ello sea menos masculino e incluso piensa que ya no está mal visto que se preocupe por su apariencia.
El directivo argumentó que cada vez más los hombres buscan productos específicos como cremas antiarrugas, tratamientos contra la fatiga o para la eliminación de grasas y moldeado del cuerpo.
"El primer paso comenzó con la mirada de los hombres hacia los cremas femeninas y utilizaban lo que usaban sus parejas", recordó el especialista, quien advirtió además que la piel masculina es completamente diferente a la de la mujer y por ello necesita otro tipo de productos.
Esta actitud quedó demostrada en la encuesta, que reveló que un 41 por ciento quiere utilizar cremas afirmantes para el abdomen, el 39 por ciento quisiera usar cremas gel antibolsas y el 37 por ciento desea probar cremas antiarrugas.
En ese sentido, el estudio realizado en personas del sexo masculino de entre 20 y 60 años, de nivel socioeconómico ABC1 y en el que un 60 por ciento es casado y tiene hijos, muestra que es un sector que combina hábitos de lectura con práctica de deporte y una vida social activa.
Para los hombres de este segmento, el cuidado de la apariencia no se trata de una cuestión atribuible a la vanidad personal, sino a un cuidado responsable de la apariencia, una nueva tendencia denominada un "deber ser" que llegó para quedarse, y cuyos beneficios impactan en todos los ámbitos de su vida.
De esta manera, el aspecto personal es percibido como una ayuda para el desenvolvimiento en distintos ámbitos y en ese sentido la encuesta mostró que para el 98 por ciento se mejora la autoestima, el 96 por ciento beneficia la relación con la pareja o se promueve la aceptación social entre otros aspectos.
Actualmente, el 60 por ciento de los hombres considera que los cosméticos comienzan a ser apropiados como productos que antes representaban a la mujer y ahora se asocian al hombre.
Al respecto, González señaló que desde la crisis económica que afectó al país en 2001, el volumen de ventas en el mercado masculino duplicó al de la mujer.