El embarazo es indudablemente una etapa de cambios. Algunos como el aumento de peso son perceptibles, mientras otros pasan más desapercibidos. Entre los segundos se encuentran las alteraciones del pH del área genital que en algunas ocasiones favorece la proliferación de gérmenes patógenos.
"Habitualmente el pH de la zona vaginal es ácido e inferior al de otras partes del cuerpo: se ubica en el rango que va de los 3,8 a los 4,2, fundamentalmente para prevenir el crecimiento de bacterias. Así como el estrés, el exceso de trabajo, el estar todo el día de acá para allá u otros factores pueden alterar este equilibrio, durante el embarazo definitivamente los cambios hormonales comprometen esta capa ácida protectora", afirmó la doctora Susana Pilnik, médica ginecóloga, especialista en Endocrinología Ginecológica, miembro de la Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y de la Reproducción (SAEGRE).
"Cuando se produce una alteración y el pH pasa a ser mayor de 4,2 se genera el desequilibrio de la flora habitual, dejando espacio a la proliferación de gérmenes patógenos. Por esta razón, los 9 meses de gestación representan una de las etapas más vulnerables de la mujer respecto al riesgo de adquirir infecciones del tracto ginecológico", agregó la doctora.
Por eso es sumamente importante tomar ciertos recaudos que si bien deben tenerse en cuenta diariamente, durante los nueve meses de embarazo cobran aún mayor relevancia.
"Entre éstos hábitos que tienen como objetivo mantener la zona íntima limpia y protegida podemos mencionar la utilización de ropa interior de algodón o que posea en el área de la entrepierna una cubierta de algodón. También es importante que la ropa utilizada cubra toda la superficie vulvar, porque de lo contrario, ésta quedaría expuesta al contacto con la ropa exterior o ´de calle´. Por su parte las bombachas muy ajustadas o de materiales sintéticos no son convenientes", refirió Pilnik.
Respecto a la limpieza es recomendable lavar la ropa interior con jabón de barra y enjuague, siempre procurando no dejar residuos. "En cuanto a la higiene íntima es preferible utilizar un jabón especial con pH ácido que no sólo limpie sino también hidrate y deje una película protectora en el area vulvoperineal", informó la especialista de SAEGRE.
Finalmente no es conveniente utilizar durante los nueve meses desodorantes íntimos, talco, aromatizantes, sales de baño o tampones. Los traumatismos de la región genital (rasurado, depilación o fricción) también deben ser descartados.
"Otra cuestión sumamente importante que hay que tener en cuenta es la consulta médica. Siempre que haya cambios en el flujo vaginal o que aparezcan el prurito, el ardor o el mal olor es vital concurrir al especialista (ginecólogo u obstetra) y nunca automedicarse", concluyó Susana Pilnik.
Fuente: Prosalud News