Sin embargo, Manning sostuvo que "nunca antes se había alcanzado tal espíritu de cooperación", y aseguró que estaba "hablando por todos". El premier destacó que el momento inicial de la cumbre cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, habló de "una nueva dirección y un nueva visión de Estados Unidos" hacia el continente, y luego esta visión "se vio reflejada en una declaración equivalente del presidente de Venezuela, Hugo Chávez".
Junto a Chávez, los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega, serían los que se negaron a poner la firma al documento. Manning aludió a esos tres países porque antes de la cumbre mostraron mayores reticencias hacia la reunión y ya habían anticipado su voluntad de no firmar la declaración final.
La presidente Cristina Fernández de Kirchner participó de la ceremonia de cierre en la residencia de Manning, a unos 10 kilómetros del centro de Puerto España. Luego, a las 13.30 subió al avión para regresar a la Argentina y tiene previsto llegar 19.45 al aeroparque Jorge Newbery.
El giro que Estados Unidos pretende imprimir a su relación con América Latina y su predisposición a abrirse al diálogo con Cuba dominó ayer un encuentro “educado” y “sin tensiones” entre el presidente Barack Obama y los 12 mandatarios de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
Sobre la flexibilización de la política de Estados Unidos hacia Cuba, Cristina aseguró: “Que Obama diga que su relación con Cuba cambiará justifica la Cumbre”.