“Viajamos a Bogotá sobre todo con ánimo de aprender”, contaron sorprendidos Alejandro Nadra e Ignacio Sánchez, instructores del equipo. “Pero recibimos muy buenas puntuaciones en varias categorías y finalmente clasificamos por delante de varios equipos de Brasil y México con años de experiencia.”
El equipo “Buenos Aires” esta formado por cinco estudiantes de biología, química, física y computación de la UBA y fue supervisado por dos graduados y dos docentes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de dicha universidad y financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y la Universidad de las Naciones Unidas.
El proyecto presentado por el equipo involucra el diseño de comunidades de microorganismos útiles capaces de convivir en proporciones definidas por el usuario. El sistema consiste de dos células. Una es dependiente del aminoácido 1 (triptófano) para vivir, y secreta al medio el aminoácido 2 (histidina). La segunda es dependiente del aminoácido 2 (histidina), y libera el aminoácido 1 (triptófano). “Una necesita a la otra para alimentarse”, explicó Sánchez, quien añadió que este proceso se puede llamar “alimentación cruzada” o “codependencia metabólica”.
¿Para qué puede servir esto? “Las aplicaciones no son imaginables por completo hoy”, destacó Sánchez, quien nació en España e hizo su beca doctoral en la Universidad de Basilea, en Suiza. “Es como preguntarnos por la utilidad de construir máquinas de 50 piezas en lugar de otras de 10 piezas: nadie sabría en el acto para qué sirve, pero seguro que resulta ser útil.”
La competencia internacional tendrá lugar en el MIT de Boston, Estados Unidos, entre el 2 y el 5 del noviembre entrante.
Fuente: Instituto Leloir