“El dengue vino para quedarse”, dijo la ministra de Salud de la Nación, Graciela Ocaña, en su informe brindado en el Senado de la Nación y al mismo tiempo vinculó el desarrollo de la enfermedad en nuestro país al cambio climático. La comunidad científica nacional coincide con ese diagnóstico de la funcionaria pero recuerda que desde comienzos de este siglo (años 2001/2002) vienen advirtiendo de la expansión de las “enfermedades tropicales” como el dengue, la fiebre amarilla o la malaria. Desde ese momento, los especialistas reclaman campañas de prevención y políticas públicas de protección a la ciudadanía.
La doctora en Meteorología, Matilde Rusticucci, integrante del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos, de la Universidad de Buenos Aires (UBA) explicó a Rosario3.com que el cambio climático significó a nivel global un aumento de la temperatura y a nivel local un mayor registro de temperaturas, lluvias y la humedad. “Todas esas son las condiciones para que el mosquito del dengue, el aedes aegypti, pueda desarrollarse”, aseguró la especialista.
¿La última sequía no redujo el riesgo de reproducción del mosquito? Según la meteoróloga, la larva que origina al insecto puede sobrevivir varios meses y, cuando encuentra nuevamente las condiciones climáticas, permite el nacimiento del mosquito.
“Hace tiempo que el mosquito está en la zona central. Hace varios años que se desarrolla en Buenos Aires y Rosario”, agregó. Sin embargo, Rusticucci sostiene que las advertencias fueron realizadas desde el año 2001 por los científicos que trabajan en meteorología y –a pesar de los llamados de atención– no se tomaron las políticas públicas para combatir la enfermedad.
La especialista dijo que para erradicar los riesgo de enfermedades es necesario hacer intensas campañas de constante presencia mediática. Y recuerda el ejemplo del cólera, una enfermedad que –según ejemplificó– se pudo erradicar por la insistencia en la información y prevención.
Dengue: científicos ya advertían de la extensión de las enfermedades tropicales
La ministra de Salud de la Nación, Graciela Ocaña, vinculó el desarrollo de la epidemia al cambio climático. Especialistas en temas meteorológicos coinciden en el diagnóstico pero recuerdan que desde el año 2001 advierten de los problemas sanitarios de la topicalización. Explican que también hay riesgos con la fiebre amarilla y la malaria y exigen políticas públicas a largo plazo