Julia trabaja como empleada doméstica en un edificio céntrico cuyos consorcistas le impiden, a partir de esta semana, ingresar por el hall central, como lo hace el resto de los habitantes y visitas. Enviaron una carta al personal de vigilancia advirtiendo de la nueva disposición y les ordenaron informar si alguno de los empleados domésticos o de mantenimiento del edificio incumplía con la nueva disposición.

De pésimo ánimo, la empleada se comunicó con el programa Tempranísimo de Radio 2 para hacer pública la situación que se vive en el edificio de Sana Fe 1247. Según especificó “el administrador y el presidente del consorcio mandaron una carta en la que prohíben que nosotros entremos por la puerta principal del edificio”. Al respectó, señaló: “No tienen derecho a hacer esto, mucha gente en el edificio coincide con nosotros, es una forma de discriminarnos”.

En la carta, tal cual leyó Julia al aire, el administrador y el presidente del Consejo de la Administración le comunican al encargado y al personal de vigilanciale que ni el personal de mantenimiento ni el de servicio pueden ingresar al edificio por el hall central sino que deben entrar por una puerta lateral. “Ante cualquier incumplimiento asentar el hecho, identificando a la persona”, ordenan.

“Nos sentimos discrimnados. No es la primera vez que sucede, también nos llaman siervas e incluso han dicho delante nuestro que “las siervas no tienen derecho a ingresar por el hall””, lanzó Julia con indignación.