“Es muy grave el deterioro edilicio y la falta de recursos humanos y materiales con que se está trabajando. Nosotros lo denunciamos muchísimas veces sin conseguir respuesta de los responsables”, dijo el delegado del Sindicato Norte (Nueva Organización de Trabajadores Estatales) del Pami, Alejandro Goroso, y agregó que “este nivel de precarización se está dando en ambos policlínicos”.
“Este abandono se viene dando de a poco desde hace unos cuatro años hasta la fecha y se debe a la falta de inversión y de mantenimiento de las instalaciones. Además, tampoco se cuenta con el personal suficiente (enfermeros, camilleros, mucamas). Esto, sumado a la falta de mantenimiento, obliga a tener cerradas unas 20 habitaciones que son totalmente necesarias para evitar la derivación de pacientes a otros sanatorios, como ocurre en la práctica”, aseguró el dirigente.
Goroso, explicó que los gremios han reclamado a las nuevas autoridades soluciones urgentes, pero aún no han recibido respuesta. “Por lo que sabemos, la nueva interventora de Pami I y Pami II, Teresa Casasbella, recién se está poniendo al tanto de la situación; pero es nuestra obligación denunciar lo que está pasando, porque se trata de una institución que debe garantizar la atención de los pacientes, y hoy, en estas condiciones, es difícil que pueda hacerlo”, afirmó el delegado.