El debut del nuevo Congreso fue tan complejo como se preveía. Primero hubo acuerdo para definir los cargos más importantes -presidencia del cuerpo, vicepresidencias y control de las comisiones-, después eso se cayó y entonces la oposición logró quórum propio e inició la sesión sin el oficialismo y con la presidencia de Lidia Satragno, Pinky. A los pocos minutos, el bloque del Frente para la Victoria concretó su ingreso y recién a las 18.40 comenzó la esperada y problemática jura de los 127 diputados nacionales electos en las elecciones del 28 de junio. Ya avanzada la noche, y después de otro cuarto intermedio, la oposición volvió a imponer su número y forzó que, contra la voluntad kirchnerista, se defina la integración de las comisiones. El oficialismo ya no tendrá mayoría en ellas, aunque sí la presidencia de cuatro que se consideran clave para la gobernabilidad.