Un operativo de desalojo de los habitantes de una casa precaria ubicada en la barranca con riesgo de derrumbe de la zona de Moreno y el río arrojó sorpresas macabras: el hallazgo del cadáver de una mujer aparentemente fallecida en el derrumbe de una casilla en marzo pasado –en ese hecho murieron tres personas pero sólo se habían encontrado dos cuerpos– y la existencia de unas diez personas en estado de total indigencia y abandono en otra ubicada a unos 20 metros.
Desalojo con sorpresa macabra: retiraron el cadáver de la barranca
Por la mañana, fueron a sacar de la zona de la costa en riesgo a un pescador y se encontraron con dos personas más viviendo con él y con una familia en otra casilla en estado de absoluta indigencia. Además, dieron con el cuerpo de una mujer muerta, que recién pudieron sacar con una grúa por la tarde
Los riesgos de derrumbe en la barranca de la zona de Moreno y el río hicieron que, con orden judicial en mano, personal de Control Urbano municipal, la Policía y Prefectura realizara este martes un operativo para desalojar a tres personas que vivían en una casa precaria sobre el río, a pesar de los peligros del lugar.
Pero no sólo eso. Al lado de esa casa, los efectivos se encontraron con dos sorpresas: el cadáver antes mencionado entre los escombros que aún quedan del derrumbe de marzo y unas diez personas –entre ellas dos niños– habitando otra casa muy precaria.
El operativo, que comenzó por la mañana, se estiró hasta cerca de las 17 ya que hizo falta una grúa para retirar una losa de unos cuatro mil kilos que impedía a los equipos de trabajo llegar a los restos de esta persona.
Sobre las personas, una médica del Sies señaló que estaban "en estado total de indigencia, abandono, enfermedad. Todos tienen VIH y uno padece además meningitis y hepaitis", le comentó al periodista Pablo Procopio la profesional que bajó hasta el lugar, de donde estas personas se negaban a ser retiradas.
Allí también había animales, como gallinas y siete cerdos de unos 350 kilos, lo que también era una complicación para liberar el lugar.
Osvaldo Lafatigue, de Control Urbano, dijo horas antes que en rigor ellos creían que en la casa que fueron a desalojar había sólo un pescador, pero se encontraron que también había una joven con su hijo.ven, de apenas 14 años según le dijo al periodista de Canal 3 Daniel Amoroso, es la viuda de otro pescador muerto tiempo atrás, cuando se derrumbó otra casa de similares características en la zona. La madre de esta joven vive en Juan José Paso al 8000 y allí se le construyó, en la parte de atrás, un espacio para ella.
Pero ella volvió a la costa pese a los peligros. “Dice que le gusta vivir acá”, afirmó Lafatigue.
Claro que la sorpresa mayor, y más ingrata, no fue esa sino la aparición del cadáver y de las otras siete personas que desde hace tiempo se instalaron allí.