Un operativo de desalojo de los habitantes de una casa precaria ubicada en la barranca con riesgo de derrumbe de la zona de Moreno y el río arrojó sorpresas macabras: el hallazgo del cadáver de una mujer aparentemente fallecida en el derrumbe de una casilla en marzo pasado –en ese hecho murieron tres personas pero sólo se habían encontrado dos cuerpos– y la existencia de unas diez personas en estado de total indigencia y abandono en otra ubicada a unos 20 metros.