Un bisturí inteligente, diseñado por científicos del Imperial College de Londres, es capaz de distinguir tejido tumoral de tejido sano de manera instantánea. Ahora esa información tarda al menos media hora en conocerse, en el laboratorio. Las pruebas realizadas hasta el momento con el dispositivo le dan un 100% de precisión, pero queda por comprobar si conocer esta información de forma más rápida mejorará los resultados de las operaciones.

En el primer estudio para poner a prueba esta invención en la sala de operaciones, "iKnife" diagnosticó muestras de tejido de 91 pacientes con un 100 por ciento de precisión, suministrando información instantánea que puede tardar hasta media hora en obtenerse en el laboratorio.  

En los cánceres de tumores sólidos, la eliminación del cáncer mediante cirugía suele ser la terapia preferida. El cirujano normalmente extrae el tumor con una pequeña parte de tejido sano. Sin embargo, a menudo es imposible saber a simple vista si el tejido es canceroso. 

Una de cada cinco pacientes con cáncer de mama que se someten a cirugía requieren una segunda operación para extirpar completamente el cáncer. En caso de duda, el tejido extraído se envía a un laboratorio para su análisis, mientras el paciente se encuentra bajo anestesia general. 

El iKnife se basa en la electrocirugía, una tecnología inventada en la década de 1920 que se utiliza comúnmente hoy en día. Los bisturíes electroquirúrgicos utilizan una corriente eléctrica para calentar rápidamente el tejido, suprimiéndolo y reduciendo al mínimo la pérdida de sangre. Al hacerlo, se vaporiza el tejido, creando humo que normalmente es succionado por los sistemas de extracción. 

El inventor de la iKnife, Zoltan Takats (del Imperial College), se dio cuenta de que este humo sería una rica fuente de información biológica. Para crear el iKnife, conectó un bisturí electroquirúrgico a un espectrómetro de masas, un instrumento analítico utilizado para identificar qué productos químicos están presentes en una muestra. 

Los diferentes tipos de células producen miles de metabolitos en diferentes concentraciones, por lo que el perfil de los productos químicos en una muestra biológica puede revelar información sobre el estado de ese tejido. 

En el nuevo estudio, los investigadores usaron por primera vez iKnife para analizar muestras de tejidos obtenidos de 302 pacientes sometidos a cirugía, registrando las características de miles de tejidos cancerosos y no cancerosos, incluyendo tumores de cerebro, pulmón, mama, estómago, colon e hígado para crear un biblioteca de referencia. iKnife funciona comparando sus lecturas durante la cirugía con la biblioteca de referencia para determinar qué tipo de tejido está cortando, dando un resultado en menos de tres segundos.

Fuente: Tendencias 21