Para conseguirlo, las ETBF utilizan la citoquina interleuquina 17 (IL-17) o la IL-23, que amplifica las respuestas de la primera, prosigue el equipo de expertos dirigido por Cynthia Sears.
La IL-17 es un tipo de citoquina proinflamatoria segregada por varios subtipos de células T activadas y que influye, además de en el cáncer, en el desarrollo de enfermedades autoinmunes.
Descubierta esta asociación, los investigadores aseguran que bastaría bloquear esa alianza para evitar la formación del cáncer, lo que abre la puerta a la investigación de nuevas terapias para combatir la enfermedad.
Fuente: EFE