El fresco de otoño –y la inminente ola polar que ingresará a la ciudad– hace más que atractivo tomarse un cafecito bien caliente. Pero lamentablemente no todos pueden hacerlo. Por eso nació la idea del “café pendiente” que propone dejar paga una bebida para gente en situación de calle.Y ahora la iniciativa italiana desembarcó en Rosario: el bar BeCoffee se sumó a la movida y le agregó un plus: además de la infusión que compra el cliente, la casa invita una medialuna albeneficiario.