La pregunta fue que había sido lo más raro que había aspirado. Y parece ser que Keith Richards respondió: "Mi padre. Me aspiré a mi padre". Pero según el manager del músico es imposible creer esa afirmación ya que sólo se trató de un chiste.

El histórico manager del guitarrista, Jane Rose, desmintió el dato de las aspiraciones familiares de Richards. “Lo dijo en broma. No puedo creer que se lo haya tomado en serio”, explicó el representante en un correo electrónico que reproduce la página de la cadena MTV.

Así quedó casi desmantelada la más insólita confesión del guitarrista de los Rolling Stones, realizada en el marco de una entrevista para la revista musical británica NME.

"Fue incinerado y no pude resistirme a mezclarlo con un poco de coca. A mi padre no le hubiera importado", habría añadido Richard en sus explícitas declaraciones. "Bajó bastante bien, y aun estoy vivo", añade.

El padre del guitarrista, Bert, murió en 2002 a los 84 años.

Richards, al que se conoce como una de las figuras más salvajes del mundo del rock, afirma a lo largo de la introspectiva entrevista que su supervivencia ha sido fruto de la suerte, al tiempo que desaconseja a los músicos jóvenes imitarlo.

"Lo hice porque decidí hacerlo así", afirma el músico a propósito de su agitada vida. "Ahora la gente cree que es un modo de vida".