Pablo Gavira

Miguel Di María, el padre de Ángel, quien acaba de pasar al fútbol inglés en una transferencia récord para esa liga, aseguró que el mediocampista zurdo volverá a jugar en Arroyito: “Va a terminar su carrera en Central”. Además, confesó que, como él es hincha de Newell´s, cuando Fideo tenía 12 y hacía las inferiores intentó llevarlo al club del Parque pero su mujer se lo impidió.
 
El jugador subcampeón del mundo -que este martes sorprendió al decir que el amistoso con Alemania "es medio al pedo"- no se deslumbró con los millones que pagó el Manchester United por su pase y sigue siendo la misma persona que le gusta regresar a su ciudad natal y que papá Miguel lo espere con un buen asado.

“Ángel está muy tranquilo y nosotros también. Se manejan cifras muy grandes en el fútbol, exorbitantes, mucho dinero y nunca pensé que sería así, que podrían pagar tanto”, comenzó la charla el padre de la estrella internacional.

-¿Cambió algo para ustedes el tema de una trasferencia tan importante?

-No, seguimos en el mismo barrio, comiendo con amigos, atendiendo a todo el mundo, la plata no nos voló la cabeza a ninguno de la familia.

-Falta evidentemente bastante para regresar al fútbol argentino. ¿Ya le comentó que quería terminar en Central?

-Ángel va a terminar su carrera en Central, eso es así. Hizo toda su carrera acá, y Central lo llevó a ser conocido, mal que me pese a mí, porque soy del otro equipo, pero Angelito vendrá para Arroyito y yo lo voy a seguir como lo hizo siempre, eso no va a cambiar.

-¿Por tú corazón de Newell`s no intentaste llevarlo para el Parque?

-Sí, a los 12 años, no lo tenían muy en cuenta, no jugaba, y él estaba mal. Tenía contactos en Newell´s y había averiguado para llevarlo, pero al final se quedó.

-¿Quién hizo fuerza para que no se vaya?

-La mamá, porque es de Central y todos son de Central menos yo, así que ella se negó, y me dijo que no se iba, que se quedaba donde estaba porque estaban sus amiguitos, y se había acomodado, aunque no jugaba, y la madre dijo que tenía que luchar ahí. Mi mujer dijo: «No lo saco»; y no lo sacó.