Según fuentes policiales, cerca de las 16.30 los reclusos habían abierto un orificio en una pared que conectaba el patio con uno de los pasillos de la comisaría. Desde allí a la calle, había sólo un paso.
La mayoría logró evadir los controles, pero a poco de escaparse dos presos volvieron al penal luego de ser encontrados por un patrullero. Horas más tarde, un tercer presidiario se unió al grupo de los recapturados: se ocultaba en un domicilio particular al que los oficiales accedieron luego de algunas averiguaciones.
Se desconoce aún el paradero de los otros siete prófugos.