Con cara de compungido se presentó en la comisaría 2º para contar su triste historia: había ido al banco, había retirado poco más de 600 pesos y poco después en la calle se los habían robado. Tras tomarle la denuncia, los agentes le pidieron que describiera a los ladrones y en su discurso hubo alguna leve contradicción. Entonces le dijeron que iban a mirar los ideos de las cámaras de seguridad del banco para identificar a sus agresores. Entonces se quebró y confesó el fraude que había tramado para cobrar el seguro del banco.