Esto significará que mas de 60 modelos que se comercializan en el mercado deberán modificar su línea de producción. Rodríguez, sostuvo que para lograr esa adecuación, la agencia nacional dependiente del Ministerio del Interior y Transporte viene firmando acuerdos desde el año 2010 para lograr la meta.
“Hay que hacer adecuaciones en las líneas de producción pero debemos ser muy exigentes con los fabricantes y los importadores para que los elementos de seguridad sean óptimos”, explicó el funcionario en diálogo con el programa A Diario (Radio 2).
Rodríguez añadió que en los próximos años se irán incorporando otros dispositivos de seguridad para que, “aprobando estas normas, los coches van a ser comercializados con estándares similares al resto del mundo”.
El funcionario negó que el costo de los elementos de seguridad –que deberá pagar el consumidor– tenga alta incidencia en el costo total del vehículo y destacó que los argentinos comiencen a priorizar la seguridad al precio o el confort.
“Los dispositivos de seguridad más caros son los airbags pero en el costo total del vehículo el costo es muy bajo. Lo importante es que los autos incorporan dos elementos sustanciales para cuidar a los conductores”, dijo Rodríguez.
“Cada vez mas se están priorizando los elementos de seguridad que los de confort y eso me parece importante”, concluyó.