Un piloto tunecino que se detuvo para rezar en lugar de tomar medidas de seguridad antes de hacer un aterrizaje de emergencia en su avión fue sentenciado a diez años de cárcel por un tribunal italiano, al igual que su copiloto. En el accidente murieron 16 personas.
Los sobrevivientes del accidente, que se produjo en 2005 frente a las costas de Sicilia, tuvieron que nadar para salvarse, algunos aferrados a un pedazo del fuselaje que permaneció a flote después de que el avión de hélice de ATR se destrozara en el impacto contra las aguas.
Aunque se ha culpado en parte a un fallo en los indicadores de combustible, la fiscalía dijo que además el piloto sucumbió al pánico, rezando en voz alta en lugar de seguir los procedimientos de emergencia y después optando por un amerizaje en lugar de intentar alcanzar un aeropuerto cercano.