“Si no se investiga quién carga las mulas, de dónde viene la droga, a dónde va, cómo se recolecta el dinero y cómo se ingresa al circuito lícito, no sirve de nada encarcelar al portador de la droga, porque mañana hay otro en su lugar y todo sigue igual”, analizó el legislador rosarino.
“¿Cómo puede ser que nunca sepamos nada más allá de los operativos en sí?. Nunca se determina si una incautación es similar a otra o si se reiteran modos de operar. Eso nos permitiría, por ejemplo, avanzar en desarticular organizaciones criminales y no quedarnos con operativos que suman a la hora de hacer estadísticas. No comparto para nada que una fuerza de seguridad trabaje más o mejor si aumenta la cantidad de droga incautada; eso por sí solo no me dice nada”, comentó.
Según el Diputado, “en este tema se debe actuar con decisión y conducción política, como lo está haciendo el ministro (de Seguridad, Leandro) Corti en nuestra provincia, pero hace falta la comunión de todos los niveles y poderes del Estado. El poder a enfrentar es muy importante como para que el poder político ofrezca fracturas o disputas de orden partidario”.
Peralta, que se desempeña como vicepresidente de la Comisión de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico de la Cámara Baja, agregó: “Estamos trabajando en la idea de generar un espacio federal que se avoque a desarrollar una política seria, con una logística adecuada, con trabajos de inteligencia, con coordinación real entre fuerzas de seguridad y justicia que enfrente al crimen organizado que hoy adquiere una complejidad enorme”.
Y pretende además “que lo haga sin seguir recetas importadas de algunos países que nos dicen a nosotros qué hacer cuando ellos tienen un problema insoluble en sus propios territorios”.
Por último se preguntó: “¿Alguien puede pensar que una estructura policial como la que tenemos (donde la sección drogas de la Policía Federal Rosario cuenta con 20 efectivos) puede oponerse con éxito a un negocio multimillonario como el del narcotráfico? Por eso hay que buscar alternativas y partir de un discurso sin hipocresía”.