Los aumentos anunciados por la Empresa Provincial de la Energía (EPE) van a impactar de manera diferente según el tipo de consumidor y la cantidad de electricidad gastada. Las subas cercanas al 29 por ciento para los industriales, no parecieran ser un problema para ese sector. Incluso algunos empresarios comprenden los incrementos realizados por la empresa provincial aunque están atentos y temerosos por otro inconveniente que consideran aún más peligroso: la falta de energía.
Así lo sostuvo al programa Tempranísimo de Radio 2, Miguel Conde de la Asociación de Industriales Metalúrgicos. El empresario encargado de la producción de acero explicó que el aumento anunciado por la EPE “es un granito más de arena” para las subas que se vienen registrando en otros insumos del sector.
“Hay insumos que han sextuplicado el valor desde 2001, además el costo de la energía para nuestro sector no es muy importante”, dijo Conde quien además justificó los aumentos de la EPE en que es una empresa “distribuidora y no generadora de energía”.
Conde dijo que el sector industrial venía registrando subas en las tarifas en los últimos años y minimizó el impacto de este nuevo retoque. “Nuestro problema mayor es que no tenemos la energía”, dijo el industrial. “Ese es un problema que no depende de la EPE, el Estado Nacional es el que debe garantizar la energía”, añadió.
De acuerdo al nuevo cuadro tarifario de la EPE, las subas serán mayores para los grandes consumidores del sector industrial y comercial, y rondarán el 29 por ciento para ese segmento. Para los de consumo medio –entre 240 y mil kilowatts por mes– será del 20 por ciento, mientras que para los que usen menos de esa cantidad de energía llegará a 10 por ciento la suba. No habrá modificaciones en las tarifas sociales, mientras que para los jubildados el incremento será de 1,60 pesos por factura bimestral.
En tanto, desde la Asociación Empresaria de Rosario se mostraron a favor del aumento. El titular de esa entidad, Elías Soso, dijo a Radio 2 que “es razonable que aumente la tarifa que estuvo congelada todos estos años”. “Hay que capitalizar la empresa, sacarla del estado de pérdida permanente”, opinó el empresario.