Confirmaron en España el primer caso de infección de ébola fuera de África y se levantó la polémica al conocerse que el ministerio de Salud ordenó sacrificar a la mascota de la paciente para contener la situación. La infectada es Teresa Romero Ramos una enfermera de 44 años que trabajó en la atención a Manuel García Viejo, uno de los dos religiosos repatriados al detectársele el virus. Ambos murieron y se estima que la mujer habría contraído el virus al tocarse la cara cuando se sacaba el traje de protección. Tanto ella como su esposo se encuentran en cuarentena. Este miércoles mataron al perro de la familia pese a la oposición de las protectoras de animales.
"No tengo idea de cómo contraje la enfermedad", aseguró la auxiliar de enfermería desde su habitación de aislamiento al diario El Mundo de España. Su marido, Javier Limón, dijo que evoluciona favorablemente y que le preocupaba el futuro de Excalibur. Según trascendió, el can ya fue ejecutado.
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ordenó matar al can al considerar que vivía en "estrecho y permanente" contacto con la paciente infectada y ante la negativa de Limón de practicarle la eutanasia. Por ello, se emitió el decreto judicial, ratificado por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 2.