Nada que ver con otros años. Los vendedores ambulantes saben de qué se trata y la mayoría coincidió en que este 20 de junio vino poca gente al Monumento. Aunque las cifras oficiales hablaban de 4 mil almas, al menos, no se palpaban en los bolsillos de quienes agitaban churros, cafecitos, aviones, praliné y banderitas para hacerse unos mangos extras.