1955: En la localidad cordobesa de Morteros nació Américo Rubén Gallego.
El Tolo Gallego es uno de esos personajes que aunque juegue o dirija en otro lado, siempre estará identificado con Newell’s Old Boys.
Como jugador debutó en el Nacional de 1974. Siempre fue volante central, un número 5 clásico, de quite y toque a los compañeros encargados de construir juego.
Desde muy joven defendió los colores nacionales. César Luis Menotti lo llevó al certamen de Toulón en 1975 y desde allí no abandonó mas a la selección hasta que terminó la participación Argentina en el mundial de España en 1982. El punto mas saliente en su trayectoria con la celeste y blanco fue cuando se proclamó campeón en 1978 en el mundial organizado por nuestro país.
En Newell’s jugó 255 partidos de AFA, con 25 goles anotados. Además participó del plantel que jugó la Copa Libertadores en 1975.
Cuando terminó el campeonato Metropolitano de 1981 se marchó del Parque, yéndose a jugar a River Plate, por expreso pedido de su gran amigo Daniel Passarella.
Con los Millonarios jugó el resto de su carrera hasta su retiro en 1988. Fue campeón del Nacional de 1981 y con el Bambino Veira de técnico, ganó el torneo 85-86, la Copa Libertadores de 1986 y la Intercontinental de ese año.
Retirado como futbolista comenzó su carrera como DT, aunque en sus comienzos fue ayudante de campo de Daniel Passarella. Cuando éste asumió como entrenador de la selección nacional, terminado el mundial 94, Gallego hizo sus primeras armas como DT, saliendo campeón del Apertura 94 con River Plate.
Después se sumó al cuerpo técnico de la selección nacional hasta el mundial de Francia 98. Finalizado el mundial, continuó su carrera como técnico de clubes. Pasó por River y por Independiente, obteniendo campeonatos con ambos clubes, hasta que en el 2004 llega a Newell’s.
Su primer torneo, el Clausura 2004, fue mediocre pero Gallego se defendía diciendo que él no había armado el equipo y que esperaran a que pudiera hacerlo.
Cuando lo hizo, Newell’s salió campeón. En un equipo en el que sobresalían Belluschi, Rosada, Capria y Ortega, Américo Gallego puso su sello de entrenador, llevando a Newell’s a la conquista de un nueva estrella.
Luego continuó su carrera en Méjico.