13 DE JUNIO

1989.
Terminada la temporada 88-89 se jugó una Liguilla para definir que equipo acompañaba a Independiente, campeón de la temporada, a la Copa Libertadores.

En la primera fase de la Liguilla debieron enfrentarse, en dos partidos eliminatorios, Newell’s y Central.

Pocos días antes la ciudad de Rosario se vio convulsionada por un estallido social que derivó en saqueos de comercios, dejando un saldo negativo de varios muertos. Para evitar cualquier contingencia, las autoridades provinciales determinaron que los dos encuentros entre Central y Newell’s se jugaran en Buenos Aires.

En el partido de ida, Central hizo de local en cancha de Vélez, igualando 1-1. Newell’s eligió la cancha de Ferro para jugar la revancha.

Fue un partido atípico, no solo por el escenario tan distante de la ciudad, sino porque se “mataron” a goles, hecho infrecuente en los clásicos, sobre todo cuando está en juego el pase a otra etapa de una competencia.

Central se puso en ventaja a los 9 minutos por un autogol del Chocho Llop, pero no pudo aguantar el resultado y a los 32 minutos Taffarel puso el empate.

La mayoría de las emociones quedaron para el segundo tiempo. En 7 minutos Newell’s estaba 3-1, por un nuevo gol de Taffarel y otro de un joven Gabriel Batistuta. A los 17 Central se puso 2-3 gracias a un tanto de Pizzi.

En los últimos minutos del partido, llegaron los tantos de Victor Ramos y otro de Batistuta, para Newell’s y de Bauza para Central que puso el definitivo, Newell’s 5 Central 3, pasando el rojinegro a otra etapa de la Liguilla, mientras que Central quedó eliminado.