Parecía un proyecto lejano, de dudosa sanción, pero este jueves el Concejo convirtió en ordenanza el proyecto que impide la instalación de nuevos barrios cerrados en la ciudad y que propone abordar la falta de viviendas desde una perspectiva solidaria. Se trata de uno de los temas calientes de la última sesión del año que continuaba esta noche.
La agrupación Giros, que en la previa montó un “velorio” a los countries y se movilizó al Palacio Vasallo, celebró la aprobación por mayoría del “Ya basta!”, iniciativa que presentaron hace varios meses y que fueron militando en cada espacio de la ciudad hasta su actual sanción. Fue por 18 votos a favor y dos en contra (los del radical Jorge Boasso y Laura Weskamp, del PRO).
El proyecto prohíbe la instalación de barrios privados en Rosario aunque, claro, la medida no es retroactiva, es decir los countries actuales continuarán existiendo. Se agregó además la figura de "club de campo" a la restricción.
El objetivo es preservar para las mayorías los terrenos aún no edificados que tiene la ciudad, sobre todo en el noroeste, donde más terreno ganaron los emprendimiento privados.
Según afirmó Alejandro Gelfuso, integrante de Giros, a Rosario3.com, de ahora en más se abre un plazo de tres meses para que se presenten los últimos proyectos habitacionales de este tipo, por lo que no habría tiempo para que eso ocurra con aquellas tierras "no urbanizables", las que quedaron bajo la lupa por la especulación inmobiliaria. "Estaremos alerta en este tiempo para verificar que no aparezca ninguna trampa y se cumpla el proyecto", dijo el joven desde las gradas.
El planteo de fondo
Giros señaló en su proyecto que las pocas zonas verdes donde los rosarinos podrían vivir en un futuro son compradas por un mismo grupo económico, que después construye barrios privados para una población selecta.
Según un relevamiento hecho en base a datos oficiales, la gran mayoría de esas hectáreas rurales las posee un misma asociación, que representa el 9 por ciento del territorio de la ciudad. La iniciativa recuerda que unas 40 mil familias tienen problemas de vivienda y señala: “El monopolio concentra el total de su superficie en la zona norte y oeste. La única definida para expansión residencial. No hace falta ser experto en la materia para darse cuenta que en esta ciudad, la tierra se agota y no hay lugar para todos”.
La comparación entre el modelo "country" y el que plantea el dossier de presentación de la "ciudad futura" es gráfico. En un barrio privado de la ciudad de 25 hectáreas viven 100 familias. Con el modelo social y productivo que propone Giros, unas 600 familias aprovecharían esa misma porción de tierra.
Superjueves en el Concejo
La sesión en el Concejo de este jueves -la última del año- comenzó a las 17 y continuaba por la noche. Además de la prohibición de los barrios privados en Rosario, se sancionó la extensión de los convenios para enviar la basura a Ricardone.
Se trataba también la reducción de causales para enviar autos al corralón y la erradicación paulatina de la tracción a sangre son los asuntos más calientes. Afuera, se movilizaron representantes de los carreros y asociaciones proteccionistas.