De visita en el programa De 12 a 14 (Canal 3), el Ninja aseguró que seguirá ligado al club, pero ahora “del otro lado de la línea de touch” y con más tiempo para su mujer y sus tres hijos.
“Es definitivo, lo maduré bastante”, ratificó sobre la decisión de colgar los botines. “Volví de Europa –donde triunfó durante una década– a jugar mis últimos partidos para retirarme en el club, con mi hermano y mis amigos, y dar una vuelta de página”, contó.
“Ahora estaré del otro lado de la línea de touch, para devolverle al club y al rugby todo lo que me han dado, y colaborar desde donde haga falta”, dijo sobre su convicción de seguir en Plaza pero trabajando como entrenador o profesor de divisiones inferiores.
Por último, el Ninja analizó el rugby argentino y destacó que aún se conserve “la esencia del amateurismo, que ayuda mucho a la formación de los jóvenes”, y remarcó que en el país “hay gente técnicamente muy capacitada”.
Sin embargo, consideró que la selección de mayores, Los Pumas, se encuentran en una etapa de transición y a los nuevos jugadores “hay que esperarlos”. “El año que viene, el Mundial va a ser muy difícil. En el 2007 llegaron todos juntos –por la gran camada de jugadores que lograron el tercer puesto–, pero a los de ahora hay que esperarlos”, analizó.