Los senadores provinciales dieron luz verde al proyecto de prórroga por 180 días más del Programa de Crisis Ocupacional lanzado en diciembre y que pretende resguardar a los trabajadores de los despidos masivos. A pesar de este instrumento legal, mucha gente continúa quedándose fuera del universo laboral, tal cual ocurrió este jueves en Rosario, donde 57 trabajadores se enteraron que habían sido despedidos del laboratorio Balbazoni. Además, los trabajadores de la firma Italgas denunciaron despidos y tomaron la planta.
La normativa, según explicó en Radiópolis (Radio 2), su autor, el diputado Alberto Cejas, “busca
contener y acompañar a los trabajadores en los momentos de crisis económica mundial en los que hoy se vive”. El también dirigente de la CGT provincial señaló que el proyecto es el mismo que fuera sancionado en diciembre de 2008 y que, una vez que expiró el lapso de 180 días que tenía de vigencia, se renovó ahora por un período similar.
La normativa intenta resguardar a los empleados, evitar despidos o cualquier otra medida similar que no corresponda la aplicación de la ley Nacional Nº 24.013 o normativas concordantes. En ese sentido, los senadores acordaron de manera unánime la necesidad de aprobar esa ley para contener y acompañar a los trabajadores en los momentos de crisis económica.
Consultado acerca de los despidos que siguen sucediéndose en la provincia, Cejas señaló: “Hay sectores que no cumplen con la ley que tendrán que abstenerse a las penalidades, es decir, las multas establecidas por el Ministerio de Trabajo, como por ejemplo, la quita de beneficios impositivos”.
El dirigente de la CGT evaluó como “complicada” la situación laboral en Santa Fe y precisó que es el sector metalmecánico el mas afectado.
Conflicto en Italgas
El titular del Sindicato de los Trabajadores Petroleros y Gas Privado, Rubén Pérez, aseguró que este jueves la empresa Italgas envió telegrama de despidos a sus empleados como represalía por no haber trabajado el 25 de mayo, ya que en ese momento no se alcanzó un acuerdo entre la patronal y los trabajadores.
Los empleados decidieron tomar la planta, una de las más importantes que abastece cerca de un 20 por ciento del mercado de garrafas, ya que temían nuevos despidos.