Mar del Plata (Damián Schwarzstein, enviado especial).- El campo y la industria se sentaron a una mesa en común y ese es todo un dato. Pero también que el representante del agro, Hugo Biolcatti, le pidió al de los dueños de fábricas, Héctor Méndez, un mayor compromiso de su sector para enfrentar juntos al “enemigo común”, que desde su punto de vista no es otro que el gobierno nacional.

No, el de este viernes en el Coloquio de Idea, que se realiza en Mar del Plata, no es el primer encuentro que compartieron en los últimos tiempos el presidente de la Sociedad Rural y el de la Unión Industrial Argentina (UIA). Pero sí tuvo la particularidad de que fue público.

En la entrevista pública que dieron ante los empresarios presentes en el coloquio, cada referencia crítica hacia la administración K –pronunciadas por un Biolcatti mucho más claro en su perfil opositor que un prudente Méndez- fue celebrada con aplausos. Pero el más sonoro de todos fue cuando el presidente de la Rural le planteó al de la UIA que es momento de unir a todos los sectores empresarios para poner freno a un gobierno que, desde su punto de vista, avasalló las instituciones.

“El campo se une porque tiene un enemigo común”, dijo en un momento Méndez, quien en los últimos días tuvo cortocircuitos con importantes representantes de su sector que, por su cuenta, se sentaron a la mesa con el ministro de Infraestructura, Julio De Vido, para plantearle problemas y preocupaciones.

Fue entonces que Biolcatti subió la apuesta: “El gobierno se está quedando con nuestra renta, las de las empresas, las de todos. Es un enemigo común que quiere quedarse con todo y para siempre”, afirmó el dirigente de la Mesa de Enlace, que llegó a mencionar como prueba “las retenciones, la ley de medios y las AFJP”, antes de que estallara una ovación de parte de un auditorio que festeja cualquier cosa que se parezca a un palo a los Kirchner.

La idea del campo es marchar hacia una mesa que reúna a todas las entidades empresarias para plantear desde allí, como lo hicieron Eduardo Duhalde y Rodolfo Terragno desde el sector político, una serie de puntos básicos que lleven a la “recuperación de las instituciones”, el requisito que, ha sido repetido a lo largo de todo el coloquio, es el que empresarios y dirigentes opositores creen necesario para establecer “políticas de Estado” que lleven a la Argentina a aprovechar un escenario internacional que aparece nuevamente favorable para el país y marchar así hacia una nueva etapa de crecimiento sostenido.

Méndez adhirió, pero también se ocupó de resaltar la “pluralidad” de la UIA que hace que en su seno se planteen posturas diversas. La que tomaron los empresarios que visitaron a De Vido lo enojaron sobremanera, y hasta generó discusiones en el propio coloquio.

De hecho, Biolcatti criticó la visita al ministro y admitió que la unidad del sector empresarial es complicada. “Así es muy difícil trabajar. Nosotros también hemos tenido cosas así cuando los tamberos K se sentaron con Moreno. Pero el resultado quedó a la vista: nunca cumplieron nada de lo que le prometieron. Con las industrias pasa lo mismo”, afirmó.

De todos modos, tanto en la conferencia como en un diálogo posterior con la prensa, intentó ser comprensivo: dijo que las empresas tienen una “vulnerabilidad” –en la charla dijo que apenas plantean críticas empieza “la persecución con inspecciones” y otras cuestiones- que los productores agropecuarios no y que eso lleva a que sus dueños no sostengan en público cuestionamientos que sí hacen en privado. Y se esperanzó al mencionar que hay desde la industria un cambio “gradual” de actitud.

El propio Méndez, titular de una entidad que supo tener buena sintonía con el gobierno de Néstor pero que la perdió con el de Cristina, dijo que es momento de marcar “las cosas malas” de la administración K.

En el escenario había una silla vacía: la del banquero Jorge Brito, titular de Adeba, un hombre que suele ocupar la que le reservan para los anuncios en la Casa Rosada y que ya el jueves avisó a Idea que iba a faltar a la cita.