El “Oasis of the Seas” es el más largo, ancho, alto y caro de todos dos cruceros del mundo. Un espacio pleno de atracciones cuya pretensión es desmontar el mito de que un crucero es sinónimo de unas vacaciones sedentarias.

El crucero más grande del mundo costó 1.400 millones de dólares, pero entra en funcionamiento en el peor momento económico de la industria. Sin embargo, es tan exuberante y excesivo que su propietario predice que dará beneficios desde el primer día.

El Oasis es una mole de 225.000 toneladas, 361 metros de largo y 16 pisos que puede transportar a 6.292 turistas y a una plantilla de 2.165 empleados.

Tiene rockódromo, cancha de básquet, pista de hielo, parque de atracciones, un centro comercial, varias piscinas gigantes y un gran parque con más de 12.000 plantas y árboles.

Su patio central está rodeado por un acuario en el que se puede disfrutar de actuaciones de buceo y de natación sincronizada. Uno de sus múltiples bares, el Rising Tide (marea alta) es un local móvil.