El secretario de Cultura de la Municipalidad Ferando Farina negó que el cuadro del artista Mauro Guzmán vaya a ser retirado del Museo Castagnino donde es exhibido. La imagen muestra a un hombre (es el mismo Guzmán) semejante a Jesucristo que está besando en la boca a otro hombre, personificado como Superman. La obra despertó polémica cuando un abogado y practicante católico pidió al intendente Miguel Lifschitz su retiro por considerarlo ofensivo.
“La idea es atender el reclamo pero no se puede retirar el cuadro que hace desde junio que está exhibido y nunca nadie ha dicho nada”, señaló Farina en contacto con Radio 2. “En principio no tengo la idea de retirar la obra”, remarcó.
Farina explicó que “el Estado tiene que estar a favor de la libertad de expresión sino es muy riesgoso” y agregó: “imagínense que si aceptamos cualquier tipo de reclamo caemos en el riesgo de no hacer nada porque puede ser molesto para alguien”.
Un abogado católico visitó la muestra en el museo municipal y tras ver la imagen decidió escribir a Lifschitz una carta documento para que la obra fuera descolgada o, en caso contrario, iría a la justicia.
En tanto, en contacto con Radio el joven artista (que recientemente fue premiado por otra obra con el premio Petrobras en la feria ARTEBA) señaló que no se imaginaba esto cuando hizo la obra. "Me siento con un poco de bronca y de angustia por la situación", dijo el artista que tiene 31 años y desde los 15 años se forma como artista en distintas áreas.
Guzmán aclaró que la obra no pretende descalificar ninguna creencia religiosa, por el contrario expresó que el objetivo de la producción fue "imaginar a Cristo y a Superman como dos referentes del poder en la sociedad".
"Los dos son referentes de lo masculino y del poder pero también son dos seres con mucha soledad. No hay ninguna figura femenina que ocupe ese rol. La intención fue pensar en una historia de amor para salvarlos de esa soledad a las que estaban condenados. Es un encuentro amoroso no sexual", dijo Guzmán. Y añadió: "Está pensada desde la ficción y a partir de la idea de comic".
La obra no sólo no forma parte de una muestra transitoria sino que fue adquirida por el museo a través de una donación. "No comparto para nada la idea de retirarla, fue analizada por el museo, incorporada a la colección del Castagnino, esa obra pertenece al museo, no es el capricho de un artista", dijo el autor del polémico cuadro. Y abundó: "Me parece una falta de respeto de la persona que se asoma, lo ve y pide que se la saquen. Es una prepotencia terrible".