El diálogo empático y comprensivo, que lleva a adolescentes y jóvenes a reconocer los problemas asociados a la ingesta sin control de alcohol demostró buenos resultados en países como Estados Unidos, Australia y Suecia.
El diálogo empático ayuda a reducir el consumo excesivo de alcohol en adolescentes
El consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes preocupa a los especialistas. Una intervención breve, basada en el diálogo comprensivo, ayuda a reconocer los problemas que trae la ingesta sin control y demuestra buenos resultados en diferentes países
"Ésta es ´la´ técnica para trabajar con adolescentes", dice George Parks, director del Centro de Estudios de Conductas Adictivas de la Universidad de Washington, y un promotor de las "Intervenciones breves".
Parks es uno de los expositores del seminario internacional "Intervenciones breves para el abordaje de bebedores con consumo de riesgo: Estrategia nacional para los problemas relacionados con el consumo de alcohol", organizado por el Ministerio de Salud de Chile, la Fundación (PARÉNTESIS) y la Organización Panamericana de la Salud.
Que sea breve significa que puede ser una sesión que dure apenas 45 minutos, y que sube a dos sesiones cuando se ve que es necesario orientar a la persona para que entre a una terapia de rehabilitación. Siempre hay un seguimiento posterior.
"Lo que nunca hacemos con esta técnica es directamente imponer, prohibir o persuadir al que bebe para que deje de hacerlo", dice Parks sobre esta estrategia que el Minsal ya se encuentra probando en dos centros de atención primaria.
Lo que sí se hace es ser receptivo con quienes tienen un consumo riesgoso de alcohol, porque suelen resistirse a hablar del tema. Para eso, los profesionales que aplican esta técnica son entrenados para desarrollar un diálogo en el que se trata de entender por qué ese joven bebe en exceso.
"Esa comprensión mutua hace que la persona sienta confianza y se abra a hablar con honestidad. Y, entonces, le puedo preguntar: ¿qué pasa cuando tomás un poco más de lo que quieres tomar?". Ahí es, dice Parks, donde ellos, por sí mismos, reconocen los riesgos y problemas en que los ha puesto el consumo excesivo de alcohol.
Este estilo interactivo es clave con los adolescentes, que suelen resistirse a reconocer los problemas: "Así es como generás una conversación de cambio, que significa dialogar en buena forma sobre lo que desea cambiar. Mientras menos resistencia y más conversación de cambio, más transformaciones en la conducta".
Fuente: El mercurio