El dueño de La Capital dice que prohibir el rubro 59 "es sólo un parche"

Daniel Vila dijo a Radio 2 que el decreto presidencial que prohíbe avisos con oferta sexual de ninguna manera ataca el fondo del problema de la trata de personas. Por otra parte, el titular de Supergatitas coincidió con Vila en que no es la solución para la cuestión, sostuvo que no hay legislación que permita regular el tema en internet y que la medida en realidad favorece el proxenetismo

“La trata no sólo se avisa a través de los diarios, sino también por otros medios como internet. ¿Cómo van a hacer con internet? Tienen que meterse en un lugar no legislado como la web”, dijo Vila en diálogo con el programa A diario, de Radio 2.

Si bien el ministro de Justicia, Julio Alak, dijo que también se va a atacar la publicación de avisos en internet, Vila aclaró que la norma nada dice de la web. “Habla específicamente de los medios gráficos”, enftaizó.

Vila aclaró que “no es significativa la péridida” que sufrirá La Capital por no poder publicar este tipo de avisos –por ahora se siguen publicando, ya que hay ocho días de plazo legal hasta que el decreto tiene vigencia plena– y dio a entender que se allanará a la medida: “Hay que merituar más que el hecho conómico que se apunta a la trata de pesonas. El bien es más valioso que el beneficio económico de un diario”.

Por su parte, David Trigueros, titular de Supergatitas, confirmó que “en internet no hay nada legislado” y que por lo tanto “no hay forma de que se pueda implementar sanción”.

“Hace años que pedimos que se legisle pero no hay nada”, afirmó.

Trigueros dijo que quienes publican en Supergatitas son “acompañantes independientes” y que no hay relación alguna con la trata de personas.

Además, sostuvo que la prohibición de publicar avisos “no va a solucionar nada”. “Nadie va a ir preso con esto por la trata de personas”.

Y dijo que, por el contrario, esto ba a alentar el proxenetismo, que es lo que está prohibido, con la prostitución.

“Las chicas están en contra de esta medida porque van a terminar en al calle, en un cabaret o bajo el ala de un proxeneta”, enfatizó.