La investigación apunta a ver cómo los cambios hormonales modifican la respuesta inmunológica y viceversa, es decir, cómo las hormonas alteran el sistema inmune y cómo este último afecta la respuesta endocrina.

La vida moderna no siempre resulta ventajosa para el hombre. El estrés con el que se convive, en muchos casos, debilita el mecanismo defensivo del ser humano. Cuando un ser humano se enferma moviliza el sistema inmunológico en respuesta a esa infección. Pero, además, pone en funcionamiento otro mecanismo que es el endocrino, que se traduce en cambios hormonales.

“El cuerpo advierte que hay una emergencia frente al virus, entonces alerta a varios mecanismos de resistencia. Luego de que el cerebro percibe procesos inflamatorios surgidos como consecuencia de una infección, surge la respuesta endocrina y las modificaciones hormonales”, grafica Oscar Bottasso, director de la investigación.

Si bien este trabajo está enmarcado en los estudios de las enfermedades de Chagas y Tuberculosis, “servirá en el futuro para el entendimiento de otras afecciones de naturaleza infecciosa”, explica Bottasso.

“El desafío es tratar de ver de qué manera este estrés modifica buena parte de la respuesta hormonal con repercusiones sobre los mecanismos de defensa.”
Para realizar la investigación se estudian muestras de sangre de pacientes que concurren a los hospitales públicos de la ciudad. Luego se analizan los linfocitos de la muestra, células de gran jerarquía en el sistema inmune, y se los enfrenta a productos derivados de los gérmenes que producen las enfermedades, para después analizar cómo reaccionan ante el microorganismo.