Consultada sobre el significado de este aumento, Susana Andrada titular del Centro de Educación al Consumidor (CEC), manifestó: “Es una ayuda más que hace que los consumidores podamos afrontar gastos en los inicios de clases con una ayuda extra de 40 pesos pero no soluciona la necesidad de un padre”, advirtió.
“Alcanza para la primera canasta para sectores medios”, observó y explicó: “No llega a los sectores más bajos porque estos no cuentan con trabajo”, siguió la referente de los derechos del consumidor.
Para Andrada, el aumento es significativo pero “para una familia de clase media con dos hijos alcanza medianamente”, opinó. “Sólo los guardapolvos de segundas y terceras marcas cuestan entre 18 y 25 pesos y su calidad es muy baja, la tela se rompe enseguida y el talle 6 es 4”, detalló.
El anuncio del incremento lo realizó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien sostuvo que el aumento "prueba, una vez más, que la mejora de los ingresos fiscales, es decir la plata de la gente, vuelve en medidas de inclusión social".
La ayuda se mantenía congelada en 130 pesos desde hace once años. Su objetivo es financiar los mayores gastos que provoca en las familias el inicio de las clases- se paga una vez al año. Y se concreta con los sueldos de febrero o a comienzos de marzo, según lo abonen las empresas o lo cobre el beneficiario en forma directa.
El beneficio lo percibe uno de los dos progenitores o tutores de hijos en edad escolar que se desempeñan en relación de dependencia y ganan entre 100 y 4.000 pesos. También lo cobran los beneficiarios del seguro de accidentes de trabajo, del subsidio por desempleo y los jubilados y pensionados si tienen hijos que concurren a la escuela.