El gobierno nacional anunció la suspensión al menos por un mes del decreto que derivó en el recorte salarial a efectivos de Prefectura y Gendarmería, que generó la protesta que empezó en Buenos Aires y se trasladó luego al interior, Rosario y San Lorenzo incluidas.

El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, fue quien informó que quedaba en suspenso el decreto y que por lo tanto los sueldos del mes pasado se liquidan sin recorte alguno.

Pero la primera reacción, al menos de los gendarmes, no fue la esperada: dijeron que no levantaban la protesta hasta que no haya un compromiso por escrito y se haga presente la ministra de Seguridad, Nilda Garré. Además, exigían un sueldo mínomo de 7 mil pesos.

Mientras tanto, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, estaba reunido con dirigentes de la oposición para analizar una situación que, al menos desde las imágenes, retrotraía a épocas tenebrosas: ver uniformados movilizados en la calle no es cosa de todos los días.

En ese sentid, Abal Medina se mostró "preocupado" por "algunas imágenes" de la protesta. "Más allá de los reclamos justos, los argentinos y argentinas hemos visto imágenes que no queremos repetir; de fuerzas de seguridad en la calle. Al ministro de Economía (Hernán Lorenzino) se le impidió la salida del edificio", lanzó.

"Sabemos muy bien lo que fue nuestro pasado. No vamos a permitirlo. Este gobierno va actuar con toda la fuerza de la ley", advirtió..

El conflicto  

La protesta de Prefectura en Buenos Aires comenzó a extenderse este miércoles. No solo porque Gendarmería se sumó a la movida, sino porque las quejas comenzaron a oirse fuerte en el interior. Agentes en Rosario salieron a adherirse a la protesta, aunque sin dejar de trabajar. Lo mismo pasaba en San Lorenzo. Además, hubo una numerosa movida de apoyo en Jesús María, Córdoba.

Este miércoles a la mañana se planteó la posibilidad de marchar a la Plaza de Mayo, pero fue descartada por la mayoría de los uniformados. La protesta fue respaldada por Hugo Moyano, titular de la CGT.

El conflicto de los prefectos se desató este martes. Ante una reducción que sufrió en sus salarios un grupo por un cambio en la liquidación, efectivos de esa fuerza en Buenos Aires se concentraron frente a la sede de Puerto Madero. El reclamo: los descuentos salarios que sufrieron (en algunos casos superiores al 30 por ciento) por la aplicación de un decreto firmado por la presidenta Cristina Kirchner y la ministra de Seguridad, Nilda Garré.