¿Cómo se siente alguien que es reprendido por el presidente de la Nación? Eso que pudo sentir el actor Ricardo Darín en los últimos días desde su lugar de persona influyente y conocida, acaso lo haya vivido de distinta forma Sergio Valenzuela, un neuquino que en 1987, ante el reclamo de manifestantes que escuchaban a Raúl Alfonsín en un acto en Chos Malal y decían tener hambre, recibió el reproche del entonces mandatario: “A vos no te va tan mal gordito”. El destinatario de esa frase era un desocupado con ocho hijos que, por cierto, no era nada gordito: pesaba 70 kilos.
“En aquel momento fue duro. Estaba pasándola mal en lo económico y no fue grato; me dio algo de miedo”, dijo Valenzuela en diálogo con el programa A diario, de Radio 2.
Y continuó: “Temía represalias. Porque tuve una captura, después estuve detenido diez días por desacato a la investidura presidencial”.
Pero después la cosa aflojó y hasta tuvo la posibilidad de conocer en un programa de televisión a Alfonsín, que le pidió disculpas.
Es más, Valenzuela dijo que tuvieron un par de encuentros más con el ex presidente y se hicieron amigos.
Ya para entonces su vida había cambiado económicamente, pues consiguió trabajo.
Pero en el pueblo no le fue gratis. Lo trataban de “loquito”, recordó, y además le quedó para siempre el apodo de “gordito”.
Hoy las cosas no son fáciles para Valenzuela, que trata de ayudar a sus hijos, algunos de los cuales “no tienen trabajo ni ivienda”.
El no confía en que los políticas puedan solucionar la situación, pero aun así volvió a hablar con un Alfonsín. Fue en 2011, cuando Ricardito llegó por la campaña a Neuquén, y el intendente de Cutral Có lo llevo a verlo. “Se emocionó cuando me vio”, relató.