La partida será el 7 de enero y el regreso el 16. Durante esos días, el intendente –que irá acompañado por uno de sus hijos– se someterá al rigor de las mulas, como hicieron San Martín y sus granaderos para cruzar a Chile.
“Hace dos años que Miguel viene con ganas de meterse en esta aventura y al fin se va a poder dar el gusto”, contó una fuente cercana al intendente.
Consultado por el estado físico del intendente, su colaborador dijo que es muy bueno ya que va regularmente al gimnasio, por lo cual estimó que no va a tener problemas para encarar la complicada travesía.