Un infarto de corazón tiene mayores probabilidades de causar la muerte a una mujer que a un hombre, según determinó la cardióloga española Mónica Masotti. Este tipo de patologías es más frecuente en los varones, sin embargo, tienen un efecto más nocivo en las mujeres, quienes, a la menor señal de estar padeciéndolo, deberán recurrir a la asistencia médica.

"Las mujeres deberían buscar más rápidamente la ayuda de un médico especialista cuando tienen problemas del corazón o se sienten mal", subrayó la especialista del Thorax Institut del Hospital Clínic de Barcelona (noreste de España) en el Congreso de Cardiólogos Europeos.

Masotti destacó que las mujeres se diferencian por una serie de factores de los pacientes masculinos que consultan a los cardiólogos: por término medio son mayores, y padecen con más frecuencia diabetes e insuficiencia cardíaca, aunque fuman menos.

En su ponencia ante el citado congreso, que se celebra en Viena hasta el próximo día cinco con la participación de 25.000 especialistas, la cardióloga precisó que tras una intervención quirúrgica para abrir, mediante un catéter, las arterias obstruidas por un infarto, la mortalidad que se registra entre las pacientes femeninas es mayor que la de los hombres.

Concretamente, en un estudio al respecto el porcentaje de mortandad entre las mujeres ascendió al 18 por ciento, mientras que entre los pacientes masculinos fue del 8 por ciento.

Este fenómeno se explica, según la cardióloga, por la edad elevada y el estado de salud deteriorado que se constata a menudo en ellas.

El equipo dirigido por Masotti sacó estas conclusiones de una investigación efectuada en un total de 529 pacientes, 417 hombres y 112 mujeres, entre enero de 2002 y diciembre de 2006, en los que la operación se llevó a cabo en menos de doce horas después de presentarse los primeros síntomas.

Por otro lado, en base a estudios realizados en Irlanda e Italia, el especialista austríaco Kurt Huber pidió en el congreso que se intensifiquen las medidas para prohibir totalmente el tabaco en los espacios públicos.

El estudio irlandés confirmó que el número de infartos cardíacos retrocedió considerablemente el primer año en el que se estableció la prohibición generalizada de fumar.

"Los cigarrillos tienen que desaparecer de los recintos públicos, incluida la gastronomía", señaló Huber.

El fumador pasivo corre el mismo peligroso que el activo, explicó el especialista, cuyos argumentos quedan corroborados por un trabajo de investigación en Italia, donde ya se ha registrado un retroceso de las hospitalizaciones por infarto agudo en los primeros cinco meses después de que entrara en vigor la prohibición de fumar.

Según el cardiólogo italiano Francesco Barone-Adesi, esta evolución positiva se debe a la reducción del consumo de tabaco por parte de los fumadores pasivos.

El congreso, cuyo tema general es la insuficiencia cardíaca, formuló una serie de recomendaciones para mejorar la salud del corazón, entre las que destacan renunciar al tabaco, hacer una actividad física al menos 30 minutos cinco veces a la semana, evitar el sobrepeso y reducir el estrés así como el colesterol.

Además, el experto francés Nicolas Amabile, del hospital CHU NORD de Marsella, advirtió de una relación entre las enfermedades coronarias y la salud dental, pues ha constatado que los pacientes que sufren gingivitis suelen tener los vasos cardíacos fuertemente obstruidos.

Fuente: EFE