El Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, presentó este miércoles por la tarde una resolución en la que recomienda a la Secretaria de Transporte una redistribución de los subsidios al sistema de transporte ya que, aunque salen de un fondo federal, "se distribuyen en forma injusta" ya que se favorece mayoritariamente a Capital Federal y el Gran Buenos Aires. En diálogo con Radio 2, Mondino adelantó que se tratará el tema con los legisladores que representen al interior para "hacer fuerza" y lograr que se debata esta cuestión antes de aprobar el próximo presupuesto.
El interior presiona para que se equilibren los subsidios al transporte
El Defensor del Pueblo de la Nación, acompañado por sus pares provinciales, presentó una resolución para que el gobierno redistribuya el fondo federal "con criterio federal" y que no se beneficie siempre a Buenos Aires. Adelantó a Radio 2 que se pedirá a los legisladores que se debata el tema antes de que se apruebe el presupuesto
Acompañado por sus pares provinciales, entre ellos el santafesino Carlos Bermúdez, el ombudsman reclamó que los fondos del llamado Régimen de Compensaciones Complementarias "sean más equitativos", es decir, que "se distribuyan con criterio federal".
En una charla con Alberto Lotuf, de De tarde en tarde, Mondino graficó la distorsión al señalar que el aporte al sistema de transporte de Capital Federal y buenos Aires "se triplicó" en los últimos años. "El régimen comenzó con 33 millones y ahora ronda los 94", se quejó. Los aportes en el interior son prácticamente nulos.
Mondino aseguró además que los argumentos del gobierno para explicar la distribución injusta "son muy diversos, como que el mayor flujo de pasajeros está en Buenos Aires, pero son fundamentos de muy poco sustento". En este marco, "el planteo es que se modifiquen los coeficientes".
Por su parte, Bermúdez –también en diálogo con la radio– señaló: "Es un mensaje muy distorsionado. Porque son fondos que aporta todo el país, fondos federales, pero que benefician sólo a una parte", señaló. Aceptar esta distribución inequitativa "es aceptar que existen ciudadanos de primera y de segunda", se enojó.