El trabajo no solo analiza el impacto emocional de la infertilidad en las mujeres sino que además identifica qué aspectos de la estimulación ovárica contribuyen al estrés físico y psicológico que tantas pacientes padecen.
Entre las mayores causas de estrés, destacan la ansiedad asociada a las inyecciones y al deterioro de la relación de pareja. En este sentido, las mujeres que reciben tratamiento se mantenían más cerca de su pareja (el 33% frente al 19%). La mayoría de las participantes sintió que su pareja la apoyaba, especialmente las que recibían terapia de fertilidad (un 63%).
Las mujeres en tratamiento dijeron tener mayor ansiedad relacionada con el sexo y emociones negativas, como impaciencia o frustración. Mientras que las que no estaban en tratamiento decían sentirse “confusas”, las sometidas a terapia se encontraban, en su mayoría, “vulnerables y exhaustas”.
Fuente: Tendencia 21