Connor McCreaddie, en niño británico que tiene 8 años y pesa casi cien kilos, seguirá viviendo con su familia. Es que las autoridades británicas permitieron que la madre pueda mantener su custodia.

La decisión fue adoptada en una reunión de varias horas a la que asistió la mujer y en la que se estudió la posibilidad de que los servicios sociales se hicieran cargo del nene ante una presunta negligencia materna en cuestiones de alimentación.

La madre, Nicola McKeown, de 35 años y desempleada, buscó la ayuda de médicos y dietistas. Asegura que hace lo que puede para mantener la línea adecuada de su hijo. Nicola cree que separarla de su pequeño es lo peor que le puede pasar y confía en que las autoridades encuentren una solución.